Caos

Filipenses 4:8: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Estamos todos de acuerdo: el mundo se ha vuelto un caos. Casi en cualquier lugar se oye lo mismo. Noticias terribles, desesperanza, pesimismo, decepción.

A veces ya no queremos ver más y evadimos la realidad, nos convertimos en ciegos de los que no quieren ver.  La bondad, la alegría, el entusiasmo, la buena voluntad,  la amabilidad  ¿Son valores pasados de moda? ¿Ya no encaja en este mundo la inocencia? Nos hacemos los fuertes para no mostrar nuestra vulnerabilidad.  Nuestra capacidad de adaptación es increíblemente tenaz. Nos adaptamos a todo: a la guerra y a la paz; a tener y a no tener;  al odio y al amor. Nuestro instinto de supervivencia busca y encuentra razones para vivir a pesar de todo.

Incluso nos alcanza para el sentido del humor. Nos duelen los demás, nos dolemos por nosotros y nuestra incredulidad ante la realidad se confunde con sentido del humor, nos entra una risa histerica. La verdad es que estamos llenos de temores, nos protegemos cada vez mas, no alcanzan barreras, armaduras, caretas para ocultar ese ser amoroso y tierno  que somos y nos creemos débiles cuando mostramos nuestra vulnerabilidad.

Asentimos cada vez que vemos una injusticia nueva, no porque estemos de acuerdo, sino porque estamos cansados de oír malas noticias.  Como aquellos viejitos que ya están de vuelta de todo. No queremos que nos traspase el dolor y nos ponemos la armadura de la indiferencia, del escepticismo y la burla. Pero la verdad es que estamos siempre en vela preparandonos para recibir el siguiente golpe a nuestra confianza.

Hay miles de motivos de queja. Injusticias por todas partes. Todo ello no nos permite ver las cosas buenas, los paisajes hermosos, los intentos de los demás por acercarse a nosotros y darnos un poco de su ternura. En vez de abrir nuestro corazón lo cerramos con fuerza bajo mil llaves, creyendo que tenemos derecho de probar a los demás antes de permitirles pararse a las puertas de nuestra amistad.

 Nos sentimos justificados no solo porque ya hemos sido decepcionados y hemos sufrido sino porque vemos cuantos sufren a diario injustamente. Así es que no disfrutamos del amor de los demás, que acaso tengan muy poco para compartir y a pesar de ello son generosos y  han sido valientes intentando dibujar una sonrisa en nuestro rostro o  inspirarnos algún sentimiento de amor.

Es verdad que hay injusticias, es verdad que el mundo se ha vuelto un caos, pero no todas las catástrofes que sabemos por  las noticias o  las terribles cosas que vemos a nuestro alrededor nos suceden a nosotros. Hay una parte, si, que nos toca enfrentar y situaciones a las que nos debemos sobreponer. Es verdad que debemos de solidarizarnos con los demas y sentir caridad por los que sufren, ayudar en lo que podamos.

Pero la carga se vuelve mas pesada cuando estamos continuamente pensando en las desgracias. Es diferente si actuamos en las desgracias. Actuar hasta donde nos es posible pues solamente Dios es Omnipotente, poderlo todo no es nuestro trabajo. Ser mas observadores y con vista de lince captar cada buena actitud, cada sonrisa a nuestro alrededor, cada paisaje arrobador. Volvernos unos expertos en buscar la bondad de las cosas, de las personas, de los momentos, de la vida en fin. Tal vez ese sea el secreto para fortalecer nuestro corazón en vez de fortificarlo.

Porque en los pequeños detalles estan las grandes cosas tal vez en los pequeños momentos esta llevar una vida dichosa.

GIGANTE




Así como el Quijote luchaba contra los molinos de viento pensando que eran grandes gigantes, yo pasé años luchando contra aquel gran Gigante. Estaba convencida de que mi Gigante estaba empeñado en obstaculizar mi camino. Suponía que quería que yo viviera la vida a su manera, que se sentía dueño de mi destino y que sin duda el famoso Gigante no entendía la vida.


Por más que luché, no pude contra el Gigante. El tiempo fue abriendo mis ojos y empecé a comprenderlo, me di cuenta cuantos años y energía había desperdiciado luchando contra el.


En realidad no era un gigante, sino una mujer agigantada de tanto estirarse para alcanzar las estrellas, sus sueños. En realidad era frágil, se había  fortalecido para protegerse. En realidad era debil, pero pisaba fuerte de tanto impulsar sus ideas a contracorriente. No es que fuera rápido pero iba constante luchando por alcanzar cada meta, por eso parecía que nunca se detenía. No es que no se cansara, pero Dios la hizo madre de cinco ilusiones y  por eso ignoraba el cansancio.

Yo no podia ver el rostro de mi madre en aquel Gigante, solo veia un obstaculo a vencer.


Creo que no quería obstaculizar mis sueños sino que quería que fuera por el camino correcto. Tampoco creo que quisiera que hiciera las cosas al modo de ella, más bien creo que quería que aprovechara su enorme experiencia y sus consejos yo en mi necedad  pocas veces acepte. ¡Como hubiera querido haberme dado cuenta antes!

Lo que se de cierto es  que quería y quiere lo mejor para mi. Y se que no pude contra el Gigante porque el Gigante, ese gigante que es mi mamá, me amaba demasiado como para dejar de luchar por mi y por guiarme hacia lo mejor aunque en muchas ocasiones eso le haya costado mis gritos y mi rechazo y mi soberbia y mi altanería.



Ahora no puedo mas que  inclinar la cabeza con respeto y admiracion  y dar gracias por el amor  y el valor de ser Molino de Viento para mi. Ahora yo debo convertirme en un Gigante tambien,  en un Molino de Viento y comprendo cuan dificil es ser mirado como un Gigante y sostenerse en pie para fortalecer e impulsar a nuestros amados Quijotes cuando lo que quisieramos es solo mimarlos.

Miel de Maple........¿Donde estas?

Borrar el pasado

No podemos borrar el pasado
ignorarlo, fingir que no existe.
El recordarlo nos impulsa a ver
hacia adelante con claridad.


Cuando la vida llena el presente
no queda tiempo para el pasado
de pronto te ves avasallado,
avido, curioso y vehemente.

Luego olvidas aquellos detalles,
los  lugares, besos  y  promesas.
Poco a poco el pasado se aleja,
pierde claridad a  la distancia.

Tal vez lo que mas te duele y lloras
son los momentos que se te han ido
y tu  irremediablemente pierdes
el ritmo y  ruta de tus pisadas.

El presente te arrasa sin tregua
te atrae y quedas bajo su imperio
Te cautiva el fulgor de su llama.
Te hipnotizan sus hechos tan reales.


El pasado entonces queda lejos,
aunque  a veces su voz te susurra
y comprendes que hay un fino lazo
Que hacen de ti pasado y presente.

MOROS Y CRISTIANOS

Puedo defenderme de tu ataque cruel,

He inventado tantas formas de tortura

que no las soportarías.

Tengo armas para una guerra de 14 mil días.

Jamás me rendiría. Para ganarme

Tendrías que tomar mi vida.

Pero vengo en son de paz.

Estoy tan cansada

necesito hacer un alto.

Hagamos una tregua

Descansemos un poco,

Bebamos un poco de te.

Cuéntame tu vida.

Me gusta  verte reír.

Dame tu mano calida.

  

Es agradable ver  el atardecer contigo.

No puedo recordar cuando

Nos volvimos enemigos.

Acércate un poco  y déjame

Recostar la cabeza en tu hombro.

Corre tan fresco el aire

Cuando va limpio.

Años

Estabas tan cerca, pegadito a mi y ahora estas tan lejos.
Vivias a segundos de mi.
No habia rincon de mi mente en el que no estuvieras
y ahora de pronto te encuentras a años luz de aqui.


Intento acercarte, traerte: no puedo.
Me eres ajeno ya.
quiero recordarte, hacerte parte mia una vez mas.

Te  has convertido en un extraño para mi.
Tu, que lo llenabas todo.
Ciertamente no era tu voluntad o tu insistencia
ni tu presencia tangible
lo que te mantenian vigente.

Lo que poblaba mi mente
era  recordar tu mirada, tu toque,
tus palabras.
Era tu risa y tu sonrisa
los que me tenian presa
presa,
presa,
cautiva.

Mas ahora de pronto,
me veo libre
libre de ti y de tu presencia insistente;
como quien se sabe encadenado
busco las cadenas......
sin encontrarlas....
desvanecidos los eslabones.
Soy libre
soy libre
¡Soy libre!!

Tiempo

Al paso del tiempo en vez de querer apurar cada  trago de vida, queremos saborear cada sorbo…debería ser al contrario, puesto que cada vez nos queda menos ‘tiempo’.

 Incluso cada vez tenemos mas llena la agenda....es decir el tiempo. Sin embargo saborear cada momento y darle tiempo al tiempo se vuelve cada vez más ¿placentero? Incluso emocionante, será que sabemos de lo que es capaz el tiempo.

Por ejemplo: si sabemos un poquito de cocina distinguimos la diferencia entre dejar marinar la
carne toda una noche o simplemente sazonarla y al sartén.  Si  dejamos marinar la carne, esta absorbe el sabor del marinado hasta lo mas profundo,  se ablanda un poco….en cambio si nos conformamos con sazonarla, el sabor solamente lo lleva en la superficie.

 Es así en la vida, si cada cosa ha tomado su debido tiempo, el sabor será distinto…el disfrute del
resultado será mejor; si leemos un libro con tiempo, podremos analizar, disfrutar mejor del sentido  y la profundidad de las palabras o del curso de la historia que nos cuenta y no nos apuraremos por  llegar solamente al desenlace ya que sabemos que los detalles  harán mas interesante el final.

El tiempo de preparar ese ‘final’ es tan placentero o mas que el final; si vamos a tener una fiesta por
ejemplo o un día de campo; prepararlo todo, platos, vasos, comida, mantel, las bebidas,  hacer una lista  de lo que hace falta, luego conseguirlo  para al fin llegado el momento podernos relajar y disfrutar tranquilamente de ese momento.
O si vamos a leer un libro: preparar un espacio, un cafe, tal vez una galleta, una cobija delgada, la luz, un poco de silencio, nuestro sillón preferido y así leer  con tiempo ese manjar, ese libro que hemos esperado tanto.

Ya no se diga de los momentos  especiales con nuestros amigos; un café, que vendrán a ser muchos, esas conversaciones interminables de componer el mundo, recordar los que fuimos o soñar con los que seremos.

Cuando no nos tomamos el tiempo de disfrutar cada minuto o cuando no le damos valor o calidad a los
momentos, parece que viene una especie de resaca, ese sinsabor que queda cuando uno sabe que esta perdiendo el ‘tiempo’ o la sensacion de  que esta tirando la vida por la borda; te sientes un poco timado y te prometes que la próxima vez serás mas cuidadoso con tu tiempo.

Decides  que la proxima vez haras que tus momenos sean de verdad memorables, momentos para ser sacados y acariciados una y otra vez del baul de tus recuerdos.

Enriquecer y disfrutar al fin los momentos que nos regala el tiempo es no siempre una tarea de la casualidad, darnos a la tarea de hacer que nuestros momentos sean ricos, llenos de un fino aroma que perdure, hara que la vida mas sencilla  se convierta en  una emocionante aventura digna de ser recordada.